Cada año, cuando se acercan estas fiestas aparecen dos grandes extremos. Por un lado están las personas que temen perder los avances que han hecho hasta ahora hacia su objetivo (de salud, de peso, de cambio de hábitos…) y por otro están aquellas personas que se dejan llevar por las celebraciones y se olvidan durante prácticamente un mes de los hábitos saludables que habían consolidado.
Ya he hablado antes de cómo afrontar las celebraciones, y también de la importancia de considerar la totalidad del concepto de salud.
Este año, te propongo que disfrutes de la Navidad sin obsesionarte con la perfección: