Como ya os conté en la primera entrada del blog, odio el término dieta…. Bueno, realmente odio lo que se entiende generalmente por dieta, no lo que realmente significa.

Lo que no os dije entonces es que también odio el término ejercicio. Y es básicamente por el mismo motivo, se ha malinterpretado y hoy en día se cree que por salir a caminar una horita ya se tiene una vida activa porque se hace ejercicio.
Y ojo, que no estoy diciendo que no me parezca bien que se camine. ¡Nada más lejos!. Pero a eso no se le puede considerar ejercicio.
Y ya si juntamos los dos términos en las típicas frases de «la dieta es el 70% y el ejercicio el 30%» sí que me entran los 7 males.
Para empezar porque suelen ser las frases de la gente que únicamente quiere conseguir un cuerpo de revista, sin importarle la salud.
También porque es una afirmación totalmente falsa, Ismael Galancho lo explica aquí y en su Patreon claramente y con referencias. Básicamente nos aclara que el deporte y la alimentación son dos partes fundamentales de un todo, que es la salud.
No se puede primar uno sobre otro.
Alimentación y deporte son dos partes imprescindibles de la salud, una sin la otra no nos llevan a una buena salud.
Una persona que come a la perfección pero no hace ejercicio, no está sana.
Y lo mismo pasa al contrario, alguien que se machaca con el deporte y pese a comer a base de ultraprocesados y descuidando su alimentación tiene un cuerpo de escándalo, tampoco está sana.
Esto es así, aunque en el presente no lo acusen, tarde o temprano su salud se verá resentida.

Hoy el post no va a ir sobre nutrición, voy a centrarme más en el concepto general de salud. Ya que como profesional sanitario me parece importante tratarlo.
Estoy harta de ver gente que solo busca el cuerpo de revista. Chicos y chicas, pero sobre todo éstas últimas.
Gente que se mata de hambre y luego tiene una actividad física bastante limitada… no tienen fuerzas. No entiendo cómo hay quien prefiere pasar hambre, gastarse gran cantidad de dinero y hacer esfuerzos improductivos antes que ser constantes, dedicados y pacientes.
Y desde muchas partes nos bombardean con la fuerza de voluntad. No señores, ¡¡¡no!!!
No se trata de cumplir un plan (me da igual que sea dietético o de entrenamiento) con mucha fuerza de voluntad. Este planteamiento tiene una fecha de inicio y de final, y nuestra salud no la tiene.
Cualquier persona pretende estar sana toda su vida…. ¿O hay alguien que quiera estar sano solo unos meses y luego ya lo que venga?

Creo que primero debemos plantearnos cuáles son nuestros objetivos, y el primero y principal debería ser tener salud. Cuidar nuestro cuerpo porque eso nos hace sentirnos bien, estar más ágiles, confiados, activos, energéticos y aumenta nuestra autoestima.
Si tu objetivo es simplemente estético, seguramente nunca vayas a encontrarte a gusto. Cuando alcances esa primera meta, es probable que encuentres otra parte de ti que no te guste….
Vivir así, angustiado, no es saludable.
Objetivos de salud
¿Qué tal si te planteas reducir el consumo de galletas? Por ponerte un ejemplo, adapta tus objetivos a tu vida, nadie te conoce mejor que tú.
¿Y si, respecto al deporte, te marcas como objetivo conseguir ir 2, 3, 5 días a la semana a entrenar? Y prioriza la fuerza sobre «el cardio», también si eres mujer, que aunque no lo creas no te vas a convertir en Hulk.
Cada vez hay más profesionales de la actividad física divulgando sobre el trabajo de fuerza. Sergio Espinar también trata muchas veces el tema.

Te aseguro que ir consiguiendo estos pequeños avances te van a hacer sentirte fuerte y segur@ de ti mismo.
Y como siempre te digo, si tiene dudas consulta con un profesional; para temas de nutrición tu referencia son los dietistas y los dietistas-nutricionistas, para deporte los técnicos y graduados en actividad física y si tienes problemas aceptando tu cuerpo tal y como es acude a un psicólogo.
Todos estamos aquí para ayudarte.