Este va a ser el primer post de una serie dedicada a los motivos más frecuentes que te impiden perder peso.
Antes de comenzar quiero insistir en que la pérdida de peso no es fácil ni es un camino lineal.
No se trata de cerrar la boca y tener fuerza de voluntad.
Hay muchos aspectos involucrados, desde patologías que debe diagnosticar y tratar un médico, hasta factores biológicos sobre los que poco podemos hacer.
Lo que sí podemos hacer es centrarnos en lo que está en nuestra mano, controlar lo que depende de nosotros y perseguir ser la mejor versión de nosotros mismos.
Dicho esto…
Cada persona es un mundo, pero hay algunas cosas que se repiten con mucha frecuencia a la hora de buscar una pérdida de peso, por lo que me voy a atrever a generalizar.
Te animo a que leas este artículo con la mente abierta. Si no te sientes indentificad@ perfecto, ese punto ya lo tenemos superado y vamos a seguir avanzando. Pero si te ves reflejad@ en algo no te lo tomes como una crítica ni nada parecido, es un punto de partida para empezar a cambiar tu vida.
Realmente lo difícil no es perder peso.
Seguro que alguna vez has seguido alguna dieta y lo has conseguido. Lo complicado es mantener esa pérdida, que sea duradera en el tiempo y no volver al mismo punto de inicio… o a uno en el que nos sentimos peor.
Empezaré analizando el que creo es el motivo más extendido; centrarnos en cómo queremos ser en lugar de en qué queremos ser.
¿Qué quieres ser?
La mayoría de las personas tendemos en enfocar nuestra atención al resultado final en lugar de a la causa de ese resultado. Es decir, priorizamos qué queremos ser: delgados, en lugar de cómo queremos ser: personas sanas.
En este punto considero muy importante que pensemos las razones por las que queremos perder peso, en nuestros ¿por qué?
Podría darte razones más “científicas” o desde la experiencia profesional de por qué esto es así, pero creo que si te cuento mi experiencia personal lo entenderás mejor.
En una época de mi vida (bastante larga, no nos vamos a engañar) yo también estuve en un peso que no era nada saludable. Quería adelgazar, sí, pero tampoco sabía para donde tirar porque no veía que ninguna de mis acciones tuviera resultados. Esto me desmotivaba y volvía a lo mismo de siempre; total…
Este fue uno de los motivos por los que acabé estudiando dietética, poder ayudar a personas en mi situación, ya que yo no había encontrado grandes apoyos.
Lo que marcó la diferencia fue el día en que volviendo a casa, subía las escaleras del metro y me ahogaba. Ahí me di cuenta de que eso no era lo que quería. Era joven y la verdad es que me asustó que con 20 años me pasara eso.
En ese momento cambió mi foco, ya no quería adelgazar por estética, no quería ser delgada y punto. Lo que quería era ser una persona sana, que no se ahogara por subir 2 tramos de escaleras.
Ahí fue cuando mi cabeza lo entendió todo, y ante cada decisión pensaba “¿esto lo haría alguien que sube las escaleras sin ahogarse, alguien saludable?”.
Una vez cambias este enfoque, poco a poco, comienza a cambiar tu sistema de creencias y valores y con él tus hábitos y comportamiento diarios. Estos hábitos diarios son los que, a la larga, no solo te van a llevar a conseguir tus objetivos, sino también a mantenerlos. Van a dejar de ser objetivos y se van a convertir en consecuencias de tus actos, en parte de ti.
Una vez conviertes un comportamiento en un hábito lo haces porque sí, porque sabes que es bueno para ti. Ya no es necesario tener un gran objetivo a la vista para comportarte de determinada manera, de hecho estar siempre persiguiendo un objetivo puede llegar a ser extenuante y frustrante.
Por ejemplo, yo tengo el hábito de leer cada noche. No leo porque tenga el objetivo de mejorar mi comprensión o velocidad lectora, ni porque vaya a presentarme a ningún test de lectura. Leo porque lo disfruto y porque es bueno para mi en muchos aspectos.
Hay una frase que me impactó mucho en su momento porque, para mí, resume de manera muy sencilla la clave de todo:
“Tus hábitos diarios son la diferencia entre quién eres y quién podrías ser”
Ya sé que todo esto no es fácil de llevar a la práctica, si necesitas ayuda para encontrar tu camino y cambiar tus hábitos no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Si tienes cualquier duda sobre el post, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
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