
El post de hoy son unas reflexiones personales, cosas que me da por pensar cuando miro más allá de toda esta situación que nos ha tocado vivir.
Creo que más o menos todos tenemos claro que la situación que ha provocado la pandemia del Covid-19 está generando unas consecuencias que van a durar en el tiempo. Consecuencias tanto demográficas como económicas.
Tememos por nuestros seres queridos, por nosotros y por la situación laboral y económica.
No voy a entrar a valorar las actuaciones de las Autoridades en este tema porque no tengo los conocimientos necesarios, aunque sí que tengo mi opinión personal, pero soltarla así como así sería «cuñadismo» y, sinceramente, paso 😉
Lo que me está preocupando últimamente son las consecuencias a medio/largo plazo a nivel de salud (entendiendo salud como algo global como comenté en el último post), ya que sí que tenemos presente el tema enfermar aquí y ahora pero, según yo veo, hay mucho más allá.
En el último post os hablé de la salud como un concepto dinámico en el que hay que tener en cuenta 6 aspectos. Hoy os voy a hablar de las consecuencias que, en mi opinión, va a traer este confinamiento en cada uno de esos aspectos:
Movimiento
Este es obvio. El ser humano está hecho para moverse.
Por suerte, parece que el domingo dejarán que los peques salgan a dar una vuelta. Me parece una buena noticia que, de hecho, ya se está aplicando en otros países.
Pero no solo los niños necesitan moverse. Los adultos también lo necesitamos, y por mucho que intentemos seguir entrenando en casa y mantenernos más o menos activos, no es lo mismo ni de lejos.
Esta falta de movimiento real, va a llevar asociada una pérdida de masa muscular que, aunque no sea algo salvaje, bueno para la salud no es. También es posible que perdamos el hábito y que luego tengamos más pereza o reparos para retomarlo.
Relaciones
Somos seres sociales por naturaleza.
Ahora tenemos las tecnologías de nuestro lado y esto facilita que mantengamos el contacto con nuestros seres queridos. Pero no nos engañemos, el cara a cara, el contacto físico, nunca podrá ser igualado por ver a quienes quieres a través de una pantalla.
Somos muchas las personas que tenemos a familiares u otros seres queridos lejos, no ya en la misma ciudad o provincia, más lejos… Y vivimos no solo con la pena de no poderles ver, sino también con la incertidumbre de no saber si cuando acaben las medidas más duras de este confinamiento, se nos va a permitir la movilidad entre comunidades.
Es duro.
En el otro post, respecto a relaciones también incluí nuestra relación con la naturaleza, porque necesitamos la naturaleza, su contacto nos calma y evade. Si algo bueno tiene que estemos encerrados, es que la naturaleza se está recuperando (un poquito) de todo el daño que le hace el ser humano, ojalá eso nos haga reflexionar, aunque no doy un duro por ello…
Necesitamos movernos, y si es en la naturaleza mejor que mejor.
Y sobre la relación con la naturaleza, también me gustaría añadir que necesitamos el sol, nuestros huesos necesitan el sol y nuestro estado de ánimo también. Y por desgracia hay gente que no ve el sol desde su casa, que no tiene terraza, balcón y, en ocasiones, ni siquiera ventanas al exterior. Sería una buena medida dejarnos salir, evitando claro está las masificaciones, a la calle, los parques, la naturaleza o las terrazas de los edificios… lo mismo da, pero que veamos el sol y podamos caminar un mínimo, aunque siga siendo en solitario.
Pensamientos
Una parte de la salud es controlar lo que pensamos, que los pensamientos negativos no nos invadan… y eso, en esta situación, se hace complicado.
No podemos evitar pensar en las consecuencias que esto está teniendo ya en nuestra sociedad, en cómo nos gustaría que se hicieran las cosas, en lo que estamos perdiéndonos…
Muchas cosas nos rondan la cabeza y tenemos más tiempo para rumiarlas.
Me preocupa que esto aumente los casos de depresión y los suicidios.
Que estamos de acuerdo en que el virus mata, pero la depresión y la desesperación también. Y poco se habla de ello.
En España, en 2019 hubieron 3.680 suicidios. Más del triple de muertes que por accidente de tráfico (1.098), pero no se habla de ello… La salud mental sigue siendo un tabú.
Comida
Lo que comemos, la manera en que nos nutrimos también influye en nuestra salud… como ves, lo considero un factor más, no el principal.
El confinamiento genera mucha ansiedad e incertidumbre, y una de las formas en las que canalizamos esa ansiedad es a través de la comida. No es casualidad que se hayan agotado las harinas y la levadura en los supermercados… También han aumentado las ventas de bebidas alcohólicas y gente que ya no fumaba lo ha retomado.
Para calmar la ansiedad buscamos acciones que nos proporcionen placer a corto plazo.
El problema no está en hacer un bizcocho de vez en cuando ni mucho menos. Está en no identificar y controlar esa respuesta a la ansiedad. En dejar que se convierta en nuestro día a día y destierre los hábitos saludables que teníamos o por los que estábamos trabajando.
Sentimientos
Lo que sentimos también forma parte de nuestra salud.
Ya hemos comentado que estos días lo que más hay es ansiedad, incertidumbre y tristeza.
También he visto que empieza a haber brecha social, desconfianza. Gente acechando para acusar con el dedo cuando ven a alguien en la calle pese a no saber los motivos… Recordemos que hay sectores que pueden trabajar y determinados enfermos con permisos médicos para salir.
Y, quien más quien menos, sabe de gente que se salta el confinamiento. Seamos sinceros, mientras todos estamos haciendo el gran esfuerzo que esto supone, ver que otra gente no lo cumple en su propio beneficio nos hace verles diferente. Despierta ciertos sentimientos en nosotros que, siguiendo la filosofía estoica tan de moda en los últimos tiempos, no deberíamos dejar que nos afecten. Pero en muchos casos lo hace, nos duele. Porque todos estamos sufriendo y todos necesitamos salir, ver a nuestros seres queridos… pero estamos esforzándonos por la salud y el bien de TODOS.
Me preocupa este distanciamiento, la falta de empatía y la desconfianza que pueden generar estos sentimientos.
Objetivos
Todos tenemos unos objetivos en la vida; a nivel personal, profesional… del tipo que sean. Que ahora se han visto paralizados, apartados o, en algunos casos, exterminados.
Nuestra vida parece que está en pausa.
A nivel personal, deseo que todos podamos retomar nuestros objetivos. Aunque soy consciente de que hay comunidades en los que las consecuencias del virus han sido especialmente duras y mucha gente ha perdido seres queridos con los que quizá tuviera objetivos de futuro.
A nivel profesional, cuando esto acabe los grandes serán más grandes y los pequeños más pequeños… si es que han conseguido adaptarse y sobrevivir. Si es tu caso no te des por vencido, lucha por volver a flotar. Y a todos los demás, ayudemos al pequeño comercio, a los pequeños productores, artesanos, artistas… Hay tantas personas afectadas, tantos sueños y objetivos tambaleándose…
Me preocupa que cuando volvamos a «la normalidad» nos encontremos la mayoría de locales comerciales cerrados :'(
Si cualquiera de estos aspectos de la salud se ve alterado (o lo perdemos) nuestra salud global se va a resentir… y, sin querer ser pesimista, me preocupa nuestra salud como consecuencia de esta situación a medio/largo plazo.
Por último, insisto, mi intención no es ser pesimista. Mi intención es que recapacitemos sobre todo lo que implica la salud y cuidemos (lo máximo que podamos) todos estos aspectos tanto en nosotros mismos como en las personas que nos rodean. Cuidemos la salud de nuestra sociedad, porque como estamos viendo, nos afecta a todos.
Porque todo va a salir bien, pero necesitamos trabajar diariamente de forma proactiva para que así sea.
