Ya he ido adelantando en otros post y en instagram lo importante que es organizarse.
Cuando uno decide dar el paso y empezar a alimentarse de forma saludable tiene que pensar lo que va a comer, no vale cualquier cosa.
Y si intentamos ir «al día» lo más probable es que acabemos comiendo mal. Porque no lo voy a negar, comer de forma saludable lleva su tiempo.
Pero no tiempo de cocina como estarás pensando, sino tiempo de planificación, de aprender a organizarte, a comprar lo más adecuado.
Al empezar a preocuparte más por la calidad de tu alimentación te das cuenta de la de porquerías que tienen la mayoría de las cosas que venden. Por eso es importante al principio ir a la compra con tiempo para poder ir leyendo etiquetas y elegir los productos más adecuados. Una vez los conoces ya no vas a necesitar tanto tiempo.
Más mercado y menos supermercado
Una cosa primordial para no acabar con el carrito de la compra lleno de basura es ir más al mercado y menos al supermercado.
Por lo menos al principio, hasta que consolidemos hábitos de compra.
Además esto es una buenísima opción por más motivos, ya que así:
- Apoyas la economía local comprando directamente al productor.
- Tienes un trato más cercano y pueden aconsejarte mejor ya que te conocen.
- Aprendes cuando es la temporada de cada alimento y puedes comprarlos en su mejor momento y al mejor precio.
- Reduces sustancialmente el uso de plásticos y envoltorios, por lo que ayudas a la conservación del medio ambiente…
¡Todo son ventajas!
Paso a paso
Pero antes de coger tu cesta o tu carrito e irte al mercado debes planificar tu semana. Si aún no conoces los productos de temporada infórmate y con esto en mente planifica tu menú semanal. Esto, además de ahorrarte tiempo en la cocina te va a ahorrar un dinerillo.
A mi me gusta utilizar este tipo de plantillas para organizar la semana, tienen hueco para poner las comidas y la lista de la compra.

Si pensar en un menú semanal saludable te parece complicado acude a un dietista o nutricionista que te oriente.
Como orientación general te aconsejo que sigas las pautas de la escuela de Harvard de Salud Pública:

Una vez planificado tu menú puedes hacer la lista de la compra, así vas a poder comprar justo lo que necesitas, ni más ni menos, lo que va a ayudarte a que comer sano no sea tan caro como pueda parecer.
Céntrate en productos frescos, de temporada y locales… Basa tu compra en materias primas, se parecerá bastante a esta foto:

Y, por último, si por tu ritmo de vida no vas a poder cocinar a diario aprovecha el fin de semana para dejarte la mayor parte de las comidas hechas.
Los guisos y salteados aguantan perfectamente tanto en el refrigerador como en el congelador, las legumbres, el arroz y la patata también se mantienen perfectamente unos días en la nevera, y encima desarrollan almidón resistente, algo excelente para tu salud.
¡Anímate! Planifica y organiza semanalmente tu alimentación.
Nota: Si no siempre puedes cumplir tu planificación no te agobies ni te sientas culpable, si has aprendido a comprar y tu despensa tiene comida saludable (frutas, verduras, hortalizas, frutos secos tostados o naturales, verdura en conserva, legumbres cocidas, fruta y verdura congelada, arroz y cereales integrales…) la improvisación no puede salir mal.